El insomnio es el trastorno de sueño que se da con mayor frecuencia en la población general. Se trata de una disminución de la capacidad que tenemos para dormir. Existen diversas formas de presentación, dando lugar a varios tipos de insomnio:
- Insomnio de mantenimiento: Cuando la dificultad está en mantener el sueño durante la noche de forma continua y los pacientes presentan frecuentes despertares de más de 30 min. de duración, o se despiertan tempranamente, siendo incapaces de volver a dormirse, teniendo un total de las horas de sueño muy reducido.
- Insomnio de Inicio: Se trata de los problemas para iniciar el primer sueño en menos de 30 minutos.
Si los síntomas se presentan por más de un mes más de tres veces por semana, es necesario consultar un especialista.
Tres cuartas partes de las personas que roncan cuando duermen también tienen apnea del sueño. Se trata de pausas de respiración durante el sueño con frecuencia y duración variable. Cobran mayor relevancia médica cuando la duración es superior a 10 segundos y se da con una frecuencia superior a cinco apneas por hora, pudiendo llegar a durar de 60 a 120 segundos cada una de ellas. Este síndrome suele conllevar cambios en el estado de ánimo y en el rendimiento, memoria y concentración, por la falta de sueño eficiente.
La severidad de las apneas se mide en función de la frecuencia y duración de las mismas. Cuando estas son severas se produce un aumento del riesgo de enfermedades como hipertensión arterial (el 40% de los pacientes con apnea del sueño también padecen de hipertensión); infarto agudo de miocardio; accidentes cerebro vasculares y mayor riesgo de diabetes o alteraciones metabólicas. En caso de no tratar esta patología, existirá a lo largo de los años un cierto incremento de las cifras de mortalidad.
El riesgo de padecer este síndrome aumenta con la edad, dándose principalmente en adultos entre 50 y 70 años. Los factores relacionados con la apnea del sueño son los mismos del ronquido, y la gran mayoría de los pacientes que sufren de apnea del sueño tienen sobrepeso más o menos importante.
Al igual que el ronquido, es una patología que se da principalmente en hombres (2.5 varones por cada mujer) aunque con la menopausia aumenta la incidencia de la apnea del sueño en mujeres.
Es un trastorno de origen neurológico, en el que se producen unas sensaciones molestas en las extremidades (principalmente las piernas) durante el reposo, por ejemplo al permanecer sentado o acostado. Estas molestias ocasionan necesidad de levantarse, caminar y moverse. Con el movimiento, las sensaciones desagradables se alivian o desaparecen. El trastorno aparece con cierta severidad en un 2 a 3% de la población, y afecta tanto a hombres como a mujeres. Puede aparecer a cualquier edad, siendo más frecuente a partir de la cuarta década de la vida. En aproximadamente un 20% de los casos hay otras situaciones médicas que explican la aparición de síntomas de SPI, como por ejemplo anemia, insuficiencia renal, polineuropatía, embarazo, fármacos, etc.
La narcolepsia es un trastorno de sueño de origen neurológico caracterizado por una excesiva somnolencia diurna, acompañada en la mayoría de los casos de cataplejias (crisis de hipotonía muscular). Se manifiesta, en general, entre la segunda y tercera década de la vida. Existe un componente genético importante, por lo que varios integrantes de una misma familia pueden verse afectados (incidencia de 1 a 2% en familiares de primer grado). Presenta:
- ALUCINACIONES HIPNAGÓGICAS/HIPNOPÓMPICAS: pueden ocurrir tanto al conciliar el sueño por la noche (hipnagógicas) como al despertar (hipnapómpicas). El paciente tiene sensaciones auditivas, visuales o táctiles irreales, consciente de que son irreales.
PARÁLISIS DEL SUEÑO: es una incapacidad transitoria capaz de realizar cualquier tipo de movimiento o bien de las extremidades o de todo el cuerpo. Puede darse justo antes de quedarse dormido o al despertarse. Frecuentemente se acompañan de alucinaciones anteriormente comentadas. - SUEÑO FRAGMENTADO: el paciente con narcolepsia suele mencionar despertares frecuentes a lo largo de la noche. También encontramos con mayor incidencia las parasomnias (sonambulismo, episodios de agitación psico-motriz, pesadillas, hablar en sueños) que en pacientes no narcolépticos. Existe una alteración típica del ciclo del sueño, es la presencia de la fase REM (Movimientos Rápidos de los Ojos) de manera precoz al inicio del sueño o tras cada despertar.
Es el efecto más directo de la globalización y los cambios sociales y económicos que han ocurrido en el mundo occidental. La tendencia en la mayoría de las sociedades es a dormir cada vez menos, y conjuntamente se ha venido produciendo un aumento de la obesidad y los trastornos metabólicos.
Los estudios epidemiológicos muestran que la falta de sueño sería un factor predisponente a la obesidad. Este fenómeno es de mayor intensidad en las grandes ciudades, donde son mayores los tiempos de traslado hacia y desde el lugar de trabajo.
Cada vez existen más trabajadores se desempeñan en horarios que no son normales, ya sea en turnos matutinos, vespertinos o nocturnos, e incluso en turnos de tipo rotatorios. La evidencia actual muestra:
Una fuerte asociación del trabajo en turnos con enfermedades cardiovasculares (hipertensión, cardiopatía coronaria e infarto al miocardio), cáncer de mama en la mujer y diabetes.
El daño es mayor a medida que el tiempo de desempeño en sistemas de turnos es más prolongado, y el efecto sería más dañino en la mujer (con mayor tasa de mortalidad), y en los hombres de mayor edad.
La obesidad y los trastornos metabólicos (resistencia a la insulina, aumento del colesterol, etc.) son mucho más elevados en los trabajadores que realizan turnos. Los trabajadores en turnos presentarían mayores tasas de ausentismo laboral y de accidentabilidad en el lugar de trabajo.
También presentan mayor deterioro de la calidad de vida, tanto en el ámbito familiar como social.
Cuando el reloj biológico ubicado en nuestro cerebro está desfasado con el horario en que debemos funcionar, se producen los llamados trastornos circadianos. El "jetlag" es el más conocido y transitorio de ellos. Se produce cuando viajamos a zonas con horarios diferentes al nuestro. En la juventud existe una tendencia natural al "retraso de fase", es decir, dormirse tarde y despertar tarde, pero aproximadamente un 7% de los jóvenes tienen problemas serios para conciliar el sueño temprano cuando realmente lo necesitan y, especialmente, para levantarse temprano.
Es una enfermedad que afecta a gran parte de la población. Se caracteriza en general por el rechinamiento (movimientos de arrastre) de los dientes y el apriete de la mandíbula, que puede causar desgaste y fractura de los dientes, trastornos de la mandíbula (dolor y movimiento limitado) y dolor de cabeza. Además, puede producir o agravar el insomnio.