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Lunes 8 de junio de 2020

La fractura de cadera es una patología que afecta principalmente a adultos mayores ( >65 años) y es cinco veces mas frecuente en mujeres que en hombres y afecta a la parte proximal del fémur, uno de los huesos mas fuertes del cuerpo humano.

Lo que vemos frecuentemente, es que se produce una fractura de cadera en adulto mayor, luego de una simple caída. ¿Pero cómo es posible que se fracture el fémur con una caída menor?

Lo que ocurre es que en un altísimo porcentaje de casos, la fractura se produce en un hueso previamente debilitado, por una enfermedad a la que llamamos osteoporosis. La osteoporosis es la perdida de los depósitos de calcio en el hueso, lo que debilita la estructura ósea y nos pone en riesgo de presentar fracturas con mayor facilidad.

También pueden ocurrir fracturas de cadera en pacientes jóvenes y sanos, pero esto ocurre generalmente en el contexto de accidentes de alta energía (accidentes de tránsito o caídas de gran altura)

 

El tratamiento de las fracturas de cadera es quirúrgico, es decir, requiere de una intervención quirúrgica para obtener buenos resultados.

Antiguamente se trataba algunas fracturas de cadera solo con reposo en cama o sistemas de tracción, sin embargo, el permanecer en cama con una cadera fracturada por tiempo prolongado (postración), se asocia con graves complicaciones, como trombosis venosa profunda, trombo-embolismo pulmonar, infecciones pulmonares y urinarias, ulceras por presión en zonas de apoyo, obstrucción intestinal, etc.

Todas estas complicaciones implican una altísima tasa de mortalidad asociada a este tipo de tratamientos, lo que ha llevado a la conclusión de que todas las fracturas de cadera se deben tratar en forma quirúrgica.

 

 

Dependiendo del tipo de fractura, se puede tratar con distintos procedimientos quirúrgicos. Esto incluye una variedad de cirugías que van desde la fijación con tornillos, placas o clavos, hasta la prótesis total de cadera.

El objetivo de realizar estas cirugías es lograr que los pacientes logren levantarse y caminar en unos  pocos días, evitando así las complicaciones asociadas a la postración que mencionamos anteriormente.

 

La cirugía para tratar una fractura de cadera siempre es de alto riesgo. Por lo general son cirugías complejas, que se realizan en pacientes frágiles, adultos mayores que muchas veces tienen enfermedades asociadas. Sin embargo, con una adecuada evaluación medica y anestésica preoperatoria,  tomando algunas precauciones y adaptando el tratamiento a las necesidades de cada paciente, se puede lograr una baja frecuencia de complicaciones y disminuir los riesgos (no eliminarlos por completo).

En este contexto, y según lo evidenciado en múltiples estudios, salvo casos muy excepcionales, los riesgos asociados a la postración son mucho mayores que los riesgos asociados a la cirugía de cadera.