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Dr. Andrés Sánchez

Conoce la relación entre los microorganismos intestinales y la obesidad

Estudios científicos han revelado que un desequilibrio en la microbiota del tracto gastrointestinal puede estar asociado a ciertas enfermedades, como la obesidad. Andrés Felipe...

Viernes 27 de noviembre de 2020

La microbiota normal es el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano, como por ejemplo en la piel, aparato respiratorio, tracto urogenital e intestino.
"En nuestro cuerpo conviven de manera armónica y equilibrada aproximadamente 100 billones de microorganismos, los cuales se benefician de nosotros y nosotros de ellos. La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (eucariotas, arqueas, bacterias y virus), con su respectivo material genético, presentes en el tracto intestinal y ejerce funciones metabólicas esenciales para la digestión", explica Andrés Sánchez, médico nutriólogo de Clínica Bupa Santiago.
De acuerdo a lo que señala el especialista, estas bacterias favorecen el movimiento intestinal, por lo que los alimentos circulan de manera más eficiente, evitando el estreñimiento, potenciando la absorción de nutrientes y evitando problemas gastrointestinales.
"Las bacterias intestinales no solo ayudan a la digestión, sino que también sintetizan compuestos como las vitaminas del grupo B y vitamina K, muy importantes para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. También producen ácidos grasos de cadena corta, los cuales son muy útiles como fuente de energía para las células del cuerpo ", asegura Sánchez.
Según señala el experto, en las últimas décadas, se ha descubierto que las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal o su desequilibrio pueden estar asociadas a ciertas enfermedades entre las que se pueden destacar la enfermedad de Crohn, el asma, la diabetes y la obesidad.
"Recientemente, han surgido estudios científicos que plantean un posible rol de la microbiota intestinal, en el desarrollo de enfermedades como la obesidad. Esta hipótesis nace de la observación de pacientes con obesidad quienes presentan una microbiota intestinal muy diferente a la de individuos normopeso. Esta alteración tendría repercusiones en una mayor extracción energética de los alimentos, más eficiente metabolismo de ácidos grasos, y cambios en la síntesis de hormonas intestinales involucradas en la homeostasis energética y la regulación del tejido adiposo o grasa corporal", asegura el médico nutriólogo de Clínica Bupa Santiago.
Ahora, ¿cómo podemos saber el estado de nuestra microbiota? Su equilibrio puede verse alterado por numerosos motivos, como por ejemplo el consumo de antibióticos o algunos tóxicos como los pesticidas, el tabaco y también el estrés crónico. Además, la falta de algunos nutrientes por una alimentación no balanceada, o la ingesta de azúcares en exceso, edulcorantes artificiales o grasas saturadas.

Síntomas Comunes

Algunos de los síntomas más comunes que nos indican que la microbiota intestinal está alterada son:

  • Distensión abdominal sin causa aparente y presencia de gases.
  • Periodos alternos entre estreñimiento y diarrea.
  • Cólicos intestinales y dolor abdominal.
  • Deposiciones y gases con un mal olor acrecentado.
  • Si la flora intestinal pierde su equilibrio disminuirá la protección ante virus y bacterias, incrementando de este modo la posibilidad de padecer infecciones y enfermedades.

 

Para mantener en armonía nuestra microbiota intestinal es fundamental llevar un estilo de vida saludable. "Además de una alimentación sana y equilibrada, debemos realizar actividad física y evitar el estrés, por ejemplo practicando yoga y meditación. Evitemos malas costumbres como comer demasiado rápido o no beber la cantidad de agua suficiente", recomienda Andrés Sánchez.
Algunos consejos para mantener una microbiota saludable son: evitar el consumo de tabaco y alcohol, no automedicarse antibióticos, masticar muy bien la comida e incorporar alimentos con prebióticos y probióticos naturales a la alimentación.
Los prebióticos son alimentos funcionales no digeribles que servirán de alimento para la microbiota intestinal. Los probióticos, en cambio, son organismos vivos que consiguen repoblar nuestra microbiota. Podemos encontrar los prebióticos y probióticos en los siguientes alimentos naturales:

Fibra insoluble
Se encuentra en los cereales integrales, como el arroz, el pan o la pasta integral. Contienen prebióticos que facilitan el tránsito intestinal, pero no se deben consumir en exceso.

Almidón resistente
Es un hidrato de carbono que puede ser digerido por las bacterias. Se consigue consumiendo papas y arroz que se dejan enfriar, así como en las legumbres y la avena.

Inulina
Es el tipo de fibra soluble que mejor alimenta a las bacterias beneficiosas. Se halla en el ajo, los espárragos, la alcachofa, el puerro y la cebolla, las cuales deben consumirse a menudo. Hortalizas y frutas ofrecen otras fibras recomendables.

Yogur natural y yogur de soya
Aporta las beneficiosas Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, que controlan la proliferación de bacterias patógenas y mejoran la inmunidad a nivel intestinal.

Kéfir de agua
Contiene decenas de microorganismos beneficiosos, entre ellos los Lactobacillus acidophilus y Saccharomyces kefir. Está indicado ante el estreñimiento y frente a los síntomas de inflamación intestinal. Para elaborarlo en casa, necesitas nódulos de kéfir que puedes cultivar en casa.

Verduras fermentadas
Estos alimentos contienen abundantes cantidades de probióticos que promueven la buena digestión y que son muy beneficiosas para la salud por ejemplo el chucrut a base de repollo que contiene Leuconostoc mesenteroides, Lactobacillus, y Streptococcus.

 

En Clínica Bupa Santiago te invitamos a cuidar tu salud y de los que más quieres. Consulta con nuestros especialistas si tienes dudas.

 

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