Viernes 9 de noviembre de 2018
La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo, que generalmente se gatilla cuando el cuerpo está combatiendo alguna enfermedad. "Es importante entender que la fiebre, como tal, no es mala, ya que es clave que nuestra temperatura interna aumente sobre los límites normales para luchar contra las infecciones", explica Dr. Luis Guerrero, pediatra de Clínica Bupa Santiago.
De acuerdo a lo que explica el especialista, sobre 38ºC se considera fiebre, lo que es igual para niños y para adultos. Entre 37ºC y 38ºC se considera febrícula o que la persona está subfebril. "Los niños resisten mejor la temperatura que los adultos, y es por eso que a estos últimos se les trata antes", agrega.
También es importante saber que la temperatura axilar y rectal son diferentes. La primera bordea, en rangos normales, los 36,8ºC en promedio, mientras que la segunda es 0,5ºC más alta.
"En niños menores de un año, se recomienda la toma rectal. Sobre esa edad ya se puede tomar en la axila. También hay que considerar que la temperatura varía a lo largo del día. Por el ritmo circadiano, en la mañana, entre las 5:00 y 6:00, está más baja, y en la tarde, cerca de las 18:00, llega a su punto más alto", cuenta el pediatra.
"El termómetro de mercurio es el mejor y más exacto, pero por razones de seguridad se está dejando de lado. Los digitales son bastante buenos y de fácil lectura, pero no tan precisos como los de mercurio. Por su parte, los infrarrojos de oído no son muy confiables; tienen errores de hasta un grado de temperatura, así como los de piel, que se utilizan en la frente", añade Guerrero.
Como bajar la fiebre
- Retirar ropa y dejar al niño lo más fresco posible.
- Propiciar un ambiente con temperatura neutra.
- Dar baños de tina tibios por 30 minutos duración.
- Usar paños tibios en cuello, axila e ingles, porque por allí pasan las arterias y venas gruesas (no sirven paños en frente y abdomen).
- Administrar antipiréticos: paracetamol, ibuprofeno o diclofenaco, cuya dosis y frecuencia debe ser indicada por el médico tratante.
"Por lo general, recomendamos consultar si la fiebre persiste luego de 48 a 72 horas de iniciado el cuadro. También en algunas excepciones como: fiebre sobre 39ºc sostenida, dificultad para bajarla a pesar de antipiréticos, compromiso del estado general, decaimiento a pesar de estar controlada la temperatura, o convulsiones febriles", asegura Guerrero.
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